El rollo o picota de Ocaña

Ocaña no se conformó sólo con ser la localidad más poderosa de la orden de Santiago, sino que alzó además el ejemplar simbólico que probablemente sea el rey en cuanto a rollos y picotas de la Región. 

Consiste en un haz de ocho columnas, en la parte central de cuyos fustes, al igual que en los capiteles, hay una especie de anillo o grueso collarino exornado con labor de perlas. Sobre este haz descansa un templete calado, cuyos pilarillos y arcos ostentan también la característica ornamentación de perlas. Todo ello lo remata una cruz de hierro. 

AACHE Ediciones de Guadalajara

Tras varias ubicaciones, hoy puede contemplarse en un tranquilo ensanche frente a la fachada del teatro Lope de Vega. Documentos antiguos hablan de que estuvo en la plaza del Mercado; el conde de Cedillo dice que “estuvo antaño colocado en medio de la Plaza Mayor, y en 1565 se le transportó donde ahora se halla, al principio del camino que de Ocaña conduce a Dos Barrios”; en este emplazamiento lo encontraría el conde que lo fotografió en las primeras décadas del siglo XX. 

Aquí también se tropezaría con él Camilo José Cela que relata en su “Primer viaje andaluz”, editado en 1961: “El penal de Ocaña, sobrio como una fortaleza y severo con la amarga severidad de los conventos pobres, estira sus muros sobre la carretera y frente a la picota; sin duda alguna, los simbolismos crecen más lozanos en los países de sol ardiente”.

Rollos y Picotas de Castilla-La Mancha

El libro de José María Ferrer sobre los rollos y picotas de la región de Castilla La Mancha lleva por título «El poder y sus símbolos» y es un estudio completísimo de los señoríos que durante muchos siglos protagonizaron la zona.

También sobre rollos y picotas en la provincia de Guadalajara existe en libro «Rollos y picotas de la provincia de Guadalajara» escrito por Felipe Olivier y López-Merlo, de gran interés pues constituye un completo catálogo de estos monumentos.