Carlos de Simón Pontero y Torroba

Abogado y Consejero de Castilla.
Barcelona, 1745 - Madrid, 1809

Breve nota biográfica
por Raúl Serrano Vindel.

Carlos de Simón Pontero y Torroba nace en Barcelona, ciudad en la que estaba destinado su padre, el día 22 de septiembre de 1745. Su padre, Andrés de Simón Pontero, así como sus abuelos y bisabuelos por línea paterna son naturales de localidad alcarreña de Chillarón del Rey.
Estudió como becario en el Colegio de San Clemente, o de los españoles, en Bolonia. En 1769, con veinticuatro años de edad, comienza su carrera actuando como secretario del Cardenal Solís, Arzobispo de Sevilla, en el conclave que eligió Papa a Clemente XIV. Tras el cónclave recibiría sendas recomendaciones del Cardenal Solís y del Ministro de Estado Grimaldi para su nombramiento como magistrado .
En el año de 1774 obtiene el título de Doctor en Derecho Canónico y un año más tarde es nombrado Alcalde de Hijosdalgo en la Chancillería de Granada. Durante su estancia en la ciudad nazarí, en 1777, es uno de los fundadores de la Sociedad de Amigos del País de dicha ciudad . En 1876 es ascendido a Oidor de ese mismo tribunal .
En 1791 es destinado a Asturias como Regente de la Audiencia, cargo que desempeñó con el mayor de los ahíncos. Así pues, impulsó la reforma de la Plaza del Fontán en Oviedo y la reconstrucción del Hospital de S. Lázaro, dedicado a la cura de leprosos . Pero no sólo se preocuparía por el bienestar material y la obra pública, sino también por el gobierno y las buenas costumbres. Así pues en 1791, el primer año en el que ocupó el citado cargo de Regente de la Audiencia y Gobernador del Principado, publicó unos autos de buen gobierno y policía en los que se ordenan asuntos varios como la hora de cierre de las tabernas, la recogida de basura, la circulación de carros y el comercio. Gran preocupación debió de sentir Carlos de Simón Pontero Torroba por el modo de vida de los ovetenses de aquel momento pues, el 21 de octubre de ese mismo año, remite una carta a los jueces nobles del Principado instándoles a atajar el desorden de costumbres en el que viven los habitantes. Según el parecer de Carlos de Simón Pontero los vecinos de Oviedo abandonaban el cuidado de los hijos y acudían únicamente a los templos en fiestas de guardar y portando animales vivos .
Cabe señalar que durante su estancia en Oviedo entabló una relación epistolar con Jovellanos en la que intercambiaban ideas sobre diversas materias de buen gobierno.
En 1798 es honrado con el nombramiento de caballero de la Orden de Alcántara entrando también a formar parte del Consejo de Órdenes y honores del Consejero de Castilla
En octubre de 1808 fue unos de los miembros del Tribunal Superior de Vigilancia y en 1809 colaborando con el gobierno de José I Bonaparte fue decano de la Junta de Negocios Contenciosos, órgano que sustituyó al Consejo de Castilla.
Falleció en Madrid el 29 de abril de 1809

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