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José María LÓPEZ-MERLO PASCUAL

Jose Maria Lopez-Merlo PascualPintor alcarreño, nació en Algete en 1842. Sus padres, Tomás y Matea, eran oriundos del cercano pueblo de Fuente el Saz de Jarama. Hasta muy pocos años antes, ambos pueblos habían pertenecido a la provincia de Guadalajara. Muy joven fue a Madrid a estudiar, donde ingresó en la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando, en la que considerando su aprovechamiento se le concedió una mención honorífica en Diciembre de 1857.

Su tarea artística y su gran capacidad pictórica le llevó a especializarse en obras de tipo costumbrista: bodegones, temas religiosos, taurinos e históricos, destacando en esta última temática, muy de moda en el siglo XIX, con la composición del cuadro titulado Muerte de Guzmán el Bueno, ocurrida en la batalla de Gaucín (Málaga), combatiendo a los moros que estorbaban el cerco que tenía puesto a la plaza de Gibraltar. Con este cuadro López-Merlo obtuvo una mención honorífica con diploma en la Exposición Universal de París de 1878.

La mayor parte de su obra está distribuida fuera de España, y los más de 150 cuadros que poseían sus herederos, fueron destrozados, robados o desaparecidos en la última guerra civil española.

Se especilizó (y llegó a ser un consumado maestro) en el arte de la miniatura, haciendo títulos, páginas capitales, orlas, etc. En el Archivo Municipal de Guadalajara se conservan las actas municipales de finales de siglo pasado y principios del XX, ilustradas y miniadas por este ilustre pintor, en las que aparecen entre alegorías y maceros, distintos motivos referentes a la conquista de la ciudad por Alvarfáñez de Minaya. También hizo el diploma con que la ciudad distinguió a María Diega Desmaissiéres, duquesa de Sevillano, con el nombramiento de Hija adoptiva de la ciudad.

En la ermita de la Virgen de la Antigua, Patrona de la Ciudad de Guadalajara, se admira otra de las obras de este autor, el retablo del altar mayor.

Un dibujo de Lopez Merlo para el Ayuntamiento de GuadalajaraDestacó además como acuarelista, retratista y miniaturista: recibió el título de miniaturista de la Casa Real, en la que entre otras cosas, compuso infinidad de abanicos para el uso de la Reina y de las Infantas. En la Exposición Provincial de Guadalajara celebrada en octubre de 1876, obtuvo diploma y medalla de bronce otorgadas por sus pinturas sobre aureoles de tela para abanicos.

Colaboró con su amigo el pintor Alejandro Ferrant, en la decoración de las bóvedas del Templo Nacional de San Francisco el Grande de Madrid.

En el año 1891 llegó a catedrático numerario por oposición del Instituto de Segunda Enseñanza de Guadalajara, del que ya era auxiliar de la asignatura de dibujo. También fue profesor de esta misma disciplina, en los colegios de Huérfanos de la Guerra. En 1894 fue nombrado Acádemico Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Junto con su amigo Fernández Iparraguirre, fue fundador del Ateneo Obrero y Artístico de Guadalajara, donde impartió clases gratuitas de dibujo.

Tuvo preparados los bocetos para pintar al fresco los techos del salón de sesiones de la Diputación Provincial de Guadalajara, así como los del palacio de la Condesa de la Vega del Pozo pero, sorprendido por la muerte, no pudo llevarlo a cabo. Falleció el 22 de Agosto de 1904, cuando contaba 62 años de edad.

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